Delegación Argentina-Bolivia

Fiesta de Jesús Buen Pastor en Familia

El domingo 13 de abril 2008, día del Buen Pastor y jornada mundial de oración por las vocaciones, nos reunimos como Familia Paulina a celebrar con gozo la fiesta de “nuestro fundador”, como nos enseñara el Beato P. Alberione. La jornada consistió en una Misa y un ágape fraterno que se llevaron a cabo en la casa de las Hermanas de María Auxiliadora, en San Miguel (Bs. As.), vecinas de nuestra Casa Sede.

 

Celebramos la Eucaristía a las 17 hs, presidida por el P. Valdir, superior provincial de la Sociedad de San Pablo; estuvieron presentes Hijas de San Pablo, Discípulas del Divino Maestro, matrimonios de Santa Familia, Ecos del Buen Pastor (quienes tuvieron a cargo la animación de la Misa), misioneros de María Madre del Buen Pastor, Hnas. de María Auxiliadora, seminaristas de la diócesis de San Justo, familias amigas y bienhechores de la Congregación.

 

La fiesta fue organizada en un clima de alegría y fraternidad, entre las tres comunidades de Pastorcitas presentes en Bs. As., Beato Alberione, Tortuguitas y Casa Sede. Quienes nos reunimos a continuar la celebración juntas el 14 en la Casa Sede de la Delegación.

 

Durante su predicación el P. Valdir nos recordó a todos, que las Pastorcitas somos encargadas de recordar permanentemente a la Familia Paulina, el aspecto pastoral, y que toda ella está llamada a ser pastoral en el mundo de hoy, tal como lo quiso el Beato Alberione, “toda la Familia Paulina para la pastoral”.

 

Nos animó también a tener las mismas actitudes de Jesús Buen Pastor, que es la “Puerta de las ovejas”, que “conoce… y llama a cada una por su nombre”, “que da su vida”, actitudes y sentimientos que se actualizan hoy en la comunicación interpersonal, en la ternura y el cariño, en la acogida y el cuidado atento de los hermanos.

 
 

Y, finalmente, haciéndose eco del mensaje del Papa por la jornada mundial de oración por las vocaciones, nos invitó a sentirnos llamados a la vocación de la Iglesia, que “es misionera en todos y cada uno de sus miembros.” Así mismo toda la celebración fue una fervorosa plegaria por las vocaciones para toda la Iglesia, y en particular para la Familia Paulina.

 

Un ambiente de diálogo y cariño, de encuentro y alegría, inundó luego nuestro ágape fraterno. Allí tuvimos tiempo de compartir experiencias y vida de cada uno y de nuestras comunidades brindando juntos por el camino recorrido y por el horizonte que se extiende ante nosotros para el futuro. Festejamos mutuamente nuestra entrega y nuestros “sí” de hoy al proyecto del Señor.

 

En el marco de tanta belleza y bondad celebrada, nos atrevemos a decir que nuestro Pastor es “bello”, y así se ha manifestado epifánicamente a nosotros, y ya “no podemos callar lo que hemos visto y oído.”

 

Hna. María de los Ángeles Seijo sjbp