Delegación Argentina-Bolivia

   
 
Pastoral entre los jóvenes
 

Y se quedaron con Él (Jn. 1,39)

 

A partir de este año 2012 comenzamos a colaborar pastoralmente en la parroquia María Reina, de la ciudad de Salta, en el acompañamiento espiritual de los grupos juveniles. El florecimiento de dichos grupos se debe, en gran parte, a los retiros espirituales llamados “ENCUENTRO” que se realizan en forma consecutiva desde el año 2006.

 

 

El fin de semana del 29 de junio al 1º de julio contemplamos con gran alegría la obra  que Dios realiza en la juventud salteña, ya que participamos con las coordinadoras, no sólo en la preparación previa del retiro, sino que también acompañamos en estos días intensos a todas las jóvenes participantes. Nuestra colaboración como Pastorcitas consistió en acompañar con la escucha  atenta y el acompañamiento personalizado.

 

 

Es nuestro Buen Pastor quien toma entre sus brazos a sus hijos, sobre todo cuando se alejan. Cada persona es objeto de una atención única, singular de Dios; nuestra misión fue ayudar a las jóvenes a tomar conciencia de este cuidado. Esta es la pedagogía de Dios que llama a cada uno por su nombre, que en Jesús mira a cada criatura, que se hace cercano y que ilumina el sentido de la propia vida.

   
 

 Hemos hecho experiencia y descubierto una vez más la importancia del acompañamiento como un camino de la Iglesia, ya que no se llega a ser creyente solo sino que se es generado por obra del Espíritu Santo en colaboración con quien camina con las jóvenes.

 

   

Hemos palpado  una juventud herida, que sufre por el mal que les habita o con el que entran en contacto a diario. Pero a su vez, el descubrimiento de Jesús como su único Salvador, aquel que sana y libera de toda esclavitud y opresión. ¡La alegría reflejada en la belleza de su rostro es signo del paso del Señor de la vida!

 

 

 

Rezamos por estas jóvenes que se nos confían. Porque es solamente Dios el autor de la salvación, Él es el que sana, los ponemos a los pies del Buen Pastor muerto y resucitado que nos dona la vida nueva para hacernos resucitar con Él.

   

Hna. Mariana Basualdo, Comunidad de Salta