Delegación Argentina-Bolivia Misión en Olaeta: Sean uno para que el mundo crea… |
Con este desafío que nos propone Jesús, el grupo misionero “Amigos de Jesús Buen Pastor” y las Hermanas Pastorcitas hemos compartido estos días de misión con la comunidad de Olaeta, una pequeña localidad ubicada en el centro sur de la provincia de Córdoba - Argentina, en un clima de fe, alegría y comunión, del 20 al 25 de julio de 2010.
Cada día hemos rezado por diferentes intenciones y realizado diversas actividades con niños, jóvenes y adultos. Para éstas, se formaron tres grupos:
Niños: Gabriela, Fiamma, Rafaela, Manuel y Erik Jóvenes: Estefanía, Gerardo, Patricia y Romina (aspirante) Adultos: Adriana, Hna. Claudia y Hna. Ma. de los Ángeles
A continuación presentamos testimonios de los jóvenes que nos acompañaron y de las Hermanas que estuvieron a cargo de la animación de las distintas actividades. |
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Jóvenes Bajo el lema “Sean uno para que el mundo crea” (Jn 17, 21) realizamos la misión en Olaeta. Fueron días de mucha actividad pastoral con niños, jóvenes y adultos. Junto a dos de los misioneros trabajamos con los jóvenes: en el colegio por la tarde y después de la Misa en la Iglesia, realizando distintas dinámicas, intentando transmitirles el amor incondicional de Jesús por nosotros, que fue tan grande hasta llegar a morir en la Cruz. Personalmente fue una experiencia muy enriquecedora y me dio una gran satisfacción y alegría poder compartir un poco con los chicos mi experiencia de Dios y del lugar que Él ocupa en mi vida.
Durante los días de misión experimenté una gran comunión con todos los chicos del grupo, tanto con los que estábamos en Olaeta como con los que quedaron y no pudieron ir, a los cuales agradezco mucho por sus oraciones. Hubo un clima de mucha alegría, oración y presencia de Jesús Eucaristía, no sólo por la Misa o Celebración de la Palabra diaria, sino también por la Adoración al Santísimo al mediodía y a la tarde antes de Misa.
Muchas gracias a la Hnas. Claudia y María de los Ángeles que nos acompañaron durante estos días, y a todas las Hermanas Pastorcitas por guiarnos, cuidarnos y animarnos en nuestro camino como laicos comprometidos.
Finalmente, agradezco a Jesús Buen Pastor por haberme llamado, por haberme regalado el participar en esta misión y por acompañarnos permanentemente en nuestra tarea misionera, ya que sin su compañía nada tendría sentido. María Estefanía Valentini |
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Niños Del 20 al 25 de julio de 2010 vivimos tiempos de Gracia en el pueblo de Olaeta, donde el Señor se reveló con majestuosa sencillez entre los más pequeños. Por la mañana visitamos las familias, llevando y compartiendo el Evangelio. Por la tarde, un grupo trabajamos con los niños, preparando juegos, cantos, formación, en relación al Evangelio. Con ellos hicimos la visita al Santísimo, donde nos sorprendieron y llenaron de gozo… ¡con cuánta sencillez y confianza se presentaron ante el misterio de Jesús en la Eucaristía! ¡Cuántos corazones puros alababan al Señor en clima de oración y fiesta! Al verlos uno entiende porqué se nos invita a ser como niños y se nos pide abrirles paso a Su Presencia (Mc 10,13-16).
Esta misión se desarrolló en clima de alegría, oración y fraternidad, ha sido en verdad una FIESTA.
Agradecemos a los misioneros que nos acompañaron con sus oraciones (parte fundamental de la misión), al pueblo de Olaeta y al P. Daniel por su apertura, buena disposición y recepción; a las Hnas. Pastorcitas por su acompañamiento y ánimo en este camino de fe, y por todo ello, un gracias al Señor que no se dejó ganar en generosidad. Fiamma Ruoroch y Gabriela Cavallero |
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Adultos También con los adultos se vivió un clima de festividad y una gozosa alegría en el Señor. Comenzábamos nuestros encuentros cantando y alabando al Señor con todo nuestro ser. Luego, mediante alguna dinámica, motivábamos a la apertura del corazón: cada uno, según la consigna para el encuentro, expresaba sus sentimientos, sus pensamientos, su modo de ver la realidad de la comunidad, y a partir de ese diálogo abierto se generaban propuestas, se expresaban deseos y necesidades… se compartía la vida con sencillez.
Debemos destacar que entre los participantes se encontraba Ernesto, un hombre limitado físicamente por ser sordomudo, limitación que no fue impedimento sino más bien instrumento de Dios para enseñarnos a través de él, para motivarnos a agradecerle la vida y nuestras capacidades, más aún: nuestras limitaciones. ¡Por sus gestos, Ernesto nos hizo escuchar la voz del Señor!
Al finalizar el último encuentro quedó entre los participantes el propósito de continuar reuniéndose entre ellos, para motivar al resto de la comunidad, a acercarse y a animarse a ser parte activa en la vida de la parroquia.
Nosotras damos gracias al Buen Pastor por esta bella experiencia: por lo recibido de la gente, su cariño y apertura, y por los misioneros que nos acompañaron: todos jóvenes, entusiastas, responsables y que dieron verdadero testimonio de cristianos comprometidos. Otro agradecimiento al P. Daniel Gallardo, que nos invitó y nos confió esta tarea, y alentó vivamente con su disponibilidad; al equipo de misioneros que no pudiendo asistir a la misión tuvo la noble tarea de sostenernos con sus oraciones y ofrecimientos; del mismo modo, a nuestras Hermanas de comunidad. Queridos amigos, gracias por sus oraciones por la misión, ha sido una experiencia hermosa, llena de gozo en el Señor. Gracias por acompañarnos y animarnos. A todos GRACIAS… Hnas. María de los Ángeles Seijo y Claudia Davis, sjbp |