Delegación Chile-Perú

Fiesta de Jesús Buen Pastor en Lima, Perú

 

 

«El don de la vocación es un don

que la Iglesia implora cada día al Espíritu Santo.

 Como en los comienzos, reunida en torno a la Virgen María,

Reina de los Apóstoles, la Comunidad Eclesial aprende  de ella

a pedir al Señor el florecimiento de nuevos apóstoles

que sepan vivir la fe y el amor, necesarios para la misión.»

 

(Del mensaje del Papa para la Jornada de oración por las Vocaciones 2008)

 

 

Con motivo de la 45° Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y fiesta del Buen Pastor, 13 de abril de 2008, hemos compartido una semana de oración y encuentro parroquial e intercongregacional.

 

Los días martes 8 y miércoles 9 elevamos nuestra oración por intercesión de María, nuestra madre, la mujer generosa y disponible para responder al llamado del Señor, con la participación de los grupos marianos de nuestra parroquia: Legión de María y Cenáculo de Oración.

 

El día jueves 10 nos congregó la Presencia viva y real de Jesús en la Eucaristía para adorar, alabar y rogar como comunidad parroquial, con la presencia de grupos juveniles y comunidades religiosas que forman parte de la parroquia. Hemos experimentado un clima de fraternidad y de unidad que nos ayuda a reconocer la riqueza con la que el Señor nos ha bendecido.

 

El día viernes 11 los religiosos compartimos la Oración de Vísperas y renovamos nuestra consagración. Somos nosotros quienes, respondiendo a la llamada maravillosa de la entrega radical por el Reino, los primeros invitados a rezar para que otros también sean partícipes de tan grande don.

 

 

El día sábado 12, con los grupos juveniles, realizamos un Video Forum sobre la vida del P. Alberto Hurtado. Ha sido para los jóvenes un momento para ver cómo el Buen Pastor llama a quien quiere, y nos propone ideales altos, que el mundo no acepta, pero que vale la pena jugarse por ellos.

 

Para concluir esta semana, con la Familia Paulina hemos compartido en nuestra comunidad la Eucaristía y un almuerzo fraterno, que nos ayuda a  estrechar  nuestra relación de familia y compartir nuestro camino de consagrados.

 

 

Por la tarde, en la parroquia, con la presencia de los Padres Alberto y Adolfo, sacerdotes paulinos, Hna Gisela (Hija de san Pablo), Hna. Paula (Pequeñas Hijas de San Francisco), P. Alvaro (sacerdote sacramentino), P. Mario (párroco), Patricia (Anunciatina),  Hnas. Carmen y Aurelia y postulantes (Pastorcitas), y jóvenes de la comunidad, participamos de un espacio de reflexión y propuesta vocacional, con el testimonio de cada uno.

 

 

Como religiosos, nos ha ayudado a renovar nuestra entrega y entusiasmo en la vocación recibida, y a los jóvenes a preguntarse sobre lo que el Señor les tiene preparado, conociendo un poco más acerca de la amplitud de opciones que pueden tener.

 

Hna. Aurelia Casimiro sjbp