Delegación Chile-Perú

El pasado 29 de junio 2007 celebramos la fiesta de los santos apóstoles Pedro y Pablo.

Nosotras como comunidad de Santiago agradecemos a Dios por la vocación de nuestra Hna. Marivic que celebró con alegría la fidelidad del Señor: once años de consagración como Pastorcita.

También bendecimos al Señor por la vida consagrada  de P. Alfredo Pouilly, que fue nuestro  párroco por más de 20 años (hoy vicario parroquial). Fue él quien pidió la ayuda de las Pastorcitas para su parroquia, y desde aquel momento hemos colaborado en la misión pastoral de la parroquia San Francisco Solano.

En el día en que toda la Iglesia mira a sus dos grandes modelos, san Pedro y san Pablo, el P. Alfredo celebró sus 60 años de ordenación sacerdotal. Agradeció al Señor por el llamado y la confianza puesta por el Señor en él con la Eucaristía celebrada en la Capilla de nuestra casa, junto al nuevo párroco P. Ignacio Muñoz, y todos los sacerdotes de la zona.

P. Alfredo junto a unas niñas de la Catequesis Familiar

P. Alfredo frecuentemente  repite  “soy el hombre más feliz del mundo”, y nos cuenta que su sacerdocio lo vivió por dos. Su hermano Gerardo también tenía el deseo de ser sacerdote, pero durante la guerra, a los 14 años, la explosión de una bomba acabó con su vida; entonces le prometió diciendo: “viviré el sacerdocio por los dos”.

P. Alfredo entre la comunidad parroquial

Este domingo 1 de Julio, compartió la alegría  de su aniversario con  la comunidad parroquial por todos estos años de  fidelidad y misericordia del Señor.

La celebración fue muy matizada con rostros de adultos (dentro de ellos autoridades), jóvenes y  niños que son sus más grandes tesoros como suele llamarlos. Todos  expresaron  gratitud por su vida de testimonio, su cercanía con la gente,  sobre todo en los momentos más difíciles, como también por el aporte Litúrgico que brindó en América Latina, después del Vaticano II.

Hermanas de la comunidad de Santiago de Chile