Delegación Chile – Perú

¡Y Dios sigue llamando!

 

Con alegría hemos acogido en nuestra comunidad de Santiago de Chile a Camila, una joven que conocemos desde niña, que hemos visto crecer y que hemos acompañado en su camino de fe. Ella pertenece a la Parroquia San Francisco Solano, comunidad donde estamos colaborando las Pastorcitas.

 

Llegada y acogida de Camila

 

Su respuesta generosa será semilla para que muchas jóvenes respondan con generosidad al llamado del Buen Pastor, en esta tierra chilena.

Acompañemos a Camila con la oración y cercanía y sigamos orando y trabajando por las vocaciones de toda la Iglesia.

 

Acompañaron a Camila sus padres y otros familiares

 

Aquí el testimonio de Camila:

“Mi nombre es Camila Pacheco Alquinta, tengo 19 años y desde los 10 que conozco a las Hermanas Pastorcitas; con ellas he aprendido amar y seguir a Jesús con la sencillez del Buen Pastor que las caracteriza, el tipo de vida que llevan me ha llamado mucho la atención desde que las conocí, cuando era muy niña; más de alguna vez me pregunté si quizás podría ser una opción de vida para mí. Y mi duda llegó a ser un hecho cuando me aceptaron ingresar en esta Congregación tan hermosa el 25 de marzo de 2011, día de la Anunciación de Nuestro Señor. Las Hermanas de la comunidad de Santiago me dieron una acogedora bienvenida que me emocionó mucho, me he sentido muy bien y me he adaptado, como si ya hubiese estado mucho tiempo, como si estuviera en mi casa materna.

 

Camila con las Hermanas Pastorcitas

 

En medio de este mundo que ofrece todo y no da nada, siempre surge la presencia de Dios, llamando a diversas personas a su encuentro para que estén al servicio del Evangelio y al cuidado las de personas, ofreciendo lo más importante que podemos tener, a Jesús el Buen Pastor que nunca abandona a sus ovejas.

 

Camila con otras jóvenes de la Parroquia

 

Me siento muy agradecida de Dios por el don de la vida, y por haberme permitido iniciar esta experiencia que tiene un camino bastante largo pero muy reconfortante y maravilloso. También a Dios pido que incremente en mí la fortaleza, la perseverancia, la fe y el amor a Él y a mis hermanos para que pueda vivir plenamente mi vocación.

Les saludo con cariño en Jesús Buen Pastor, bendiciones”.

 

Hermanas de la comunidad de Santiago de Chile