Delegación Chile-Perú

Misión en el Valle de Santa

Acompañadas y guiadas por el Buen Pastor, el día 2 de enero de 2010 iniciamos la misión en el Valle de Santa, Chimbote, Perú, en la que participaron: Hna. Luz Marilú Miranda, Hna. Elva del Milagro Rojas, Natali y Johanny (postulantes), y 9 jóvenes de diversos grupos parroquiales.

Nos acogieron el párroco, Padre Wilmer, y una familia: don Valentín y su esposa Vilma, con sus 5 hijas. Ellos nos hospedaron con mucha alegría en su casa, hasta el día 10 de enero, cuando concluyó la misión.

Acompañados por el Párroco conocimos los diversos pueblos, que están esparcidos en el campo, los cuales  íbamos  a visitar, conocer su realidad e invitarlos a los diversos encuentros.

Iniciábamos nuestros días de misión con la oración, acogiendo la Palabra de Dios que nos animaba a reconocer el paso de Dios a lo largo de todo lo que realizábamos.

Hemos profundizado diversos temas para poder compartir con las personas:

·        el significado de la fiesta de la Epifanía: la manifestación y la cercanía de Jesús el Hijo de Dios  a todos los pueblos

·        el tener como ejemplo de vida a la Sagrada Familia y poder reconocer cómo Dios manifiesta su amor a la humanidad a través de José y María, instrumentos dóciles a la voluntad de Dios

·        el sacramento del Bautismo: el ver que este sacramento encierra en lo profundo acoger el don de ser hijos de Dios, nuestro Padre Bueno. Esto nos motiva a dar testimonio y salir con alegría a compartir la gracia de ser hijo de Dios.

Así como Jesús envió a sus discípulos de dos en dos, cada mañana salíamos a visitar las familias, Dios nos acompañaba en la naturaleza, la que contemplábamos largamente, ya que caminábamos bastante para llegar de una casa a otra.

En la parroquia “Señor de la Agonía” celebramos con la comunidad la fiesta de la Epifanía; después de la celebración Eucarística, hemos realizado una fogata animada con cantos.

Los días transcurrieron caminando mucho, visitando a las familias, especialmente compartiendo con la familia que nos acogió, que en todo momento nos expresaron su cariño con la atención que tenían para con nosotros. Estamos profundamente agradecidos con ellos porque no sólo nos acogieron sino que nos hicieron sentir parte de su familia.

Fruto de esta experiencia, dos jóvenes han pedido iniciar el proceso de discernimiento vocacional, para las cuales les pedimos de acompañarlas con oraciones.

Animados  por el inmenso amor que Dios nos manifestó durante estos días, finalizamos nuestra misión con el compromiso de tener presente en nuestras oraciones a todas las familias y personas con las que nos encontramos en el camino.

Hnas. Luz Marilú Miranda y Elva del Milagro Rojas sjbp,

en nombre de todo el grupo