Delegación Chile-Perú

Amor y fidelidad, signos del Buen Pastor

En la comunidad de Perquenco, donde resido, el  día 19 de marzo hemos celebrado la Eucaristía en la cual he renovado los votos de pobreza, castidad y obediencia, recibidos por la superiora de mi comunidad, la Hna. Saveria Demontis.  Con espíritu contento y agradecido al Buen Pastor por su amor y fidelidad he dicho Sí al Señor por segunda vez.

 

Esta gran fiesta de amor  ha sido preparada en la oración y en un clima  fraterno, guiado por el Espíritu, que me ayudó a adentrarme en el encuentro íntimo con el Señor, lo que renovó en mí el gusto por la vida y la vocación.

 

En medio de esta Semana Santa,  en el cual voy contemplando la entrega total del Señor por mí y todos nosotros, siento el deseo de vivir la entrega cotidiana  a lo largo de mi vida de Pastorcita, en la vida comunitaria y en la pastoral.

 

Doy  gracias a Dios por el entusiasmo  que llevo en el corazón de sentirme Pastorcita, mujer consagrada y acogida por el Señor  a través de mis hermanas. Asimismo agradezco las oraciones  de cada una de ustedes, que acompañan mi proceso formativo.

Hna. Julia Nolasco Mendoza

 
 

¡Bendeciré al Señor en todo momento!

 

Estamos viviendo la Semana Santa, tiempo en que toda la Iglesia hace memoria del gran gesto de amor en que Cristo Pastor dona su vida por las ovejas, no por algún logro que ellas hayan alcanzado, sino porque como Pastor posee un corazón misericordioso, compasivo, que busca a los suyos para cuidarlos, curarlos y donarles la vida plena.

 

Así voy experimentando que Jesús Pastor me moldea en la vida diaria, a través del cuidado y atención de mis hermanos y Hermanas de comunidad, alimentándome y fortaleciéndome con su Cuerpo y Sangre. En respuesta a este gran amor fiel, y con la alegría de saberme amada y sostenida  por Jesús buen Pastor, en la Eucaristía  del Miércoles Santo y en compañía de mi comunidad, renové los votos religiosos, agradeciendo al Señor por su amor que me anima a seguir donando todo lo que soy a su servicio. La celebración tuvo lugar en la comunidad de Santiago de Chile, donde vivo actualmente, compartiendo la fe del pueblo de Dios.

 

Hna. María Isabel Paredes Calderón