Delegación Colombia - Venezuela - México |
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Compartimos nuestra experiencia en el Congreso de Teología de la Vida Religiosa realizado en Bogotá, Colombia los días 16, 17 y 18 de abril de 2010, bajo el lema: "Transfigurar la vida religiosa: Don del Espíritu al servicio de la humanización". Este Congreso fue organizado por la Comisión de Reflexión Teológica de la Conferencia de Religiosos de Colombia, al cual asistimos alrededor de 350 religiosos y religiosas; esta participación Intercongregacional fue muy enriquecedora para todos. |
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Tenemos conocimiento de la realidad de Colombia respecto a la necesidad de acompañamiento de religiosos y religiosas a muchos de nuestros hermanos y hermanas sedientos de esperanza que buscan superar sus dificultades y adversidades, y que además anhelan vivir en un ambiente de paz e igualdad. Frente a este panorama, la Conferencia de Religiosos de Colombia (CRC) en comunión con las directrices de la Confederación Latinoamericana de Religiosas y Religiosos (CLAR), ha reflexionado y ha querido asumir cinco actitudes a que nos conducen los textos bíblicos del encuentro de Jesús con la Sirofenicia (Mc 7, 24-30) y la Transfiguración (Mc 9, 2-10); éstos son: escucha, discernimiento, compasión, revitalización y transfiguración, para descubrir, aceptar y comprender los fenómenos que este cambio de época va suscitando en nuestro mundo y responder desde nuestra identidad de consagrados a esta búsqueda de sentido desde nuestro caminar evangélico.
Los temas centrales del Congreso fueron: a) "Una lectura y aproximación bíblica al encuentro con la sirofenicia y la vida religiosa hoy". b) La transfiguración de la vida religiosa en el momento actual.
La metodología usada fue: * Ponencias * Mesas Temáticas * Panel "Todas las nuevas perspectivas de la vida religiosa" * Trabajo en grupos |
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Compartimos con ustedes algo de las cuatro Ponencias Centrales. La Hna. Mercedes Navarro, MC hizo una propuesta de lectura de los textos de la Sirofenicia y de la Transfiguración desde una exégesis narrativa. En su primera ponencia hizo la propuesta de un diálogo inteligente entre razón y arte; y en la segunda, presentó una llamada a cambiar para permanecer. Por su parte, el P. Víctor Martínez, S.J. situó la vida religiosa en la misión de ir a la frontera y descubrir que allí arde el fuego del Espíritu que la transforma auténticamente en su ser para que no pase inadvertida. Por otro lado, el P. Ignacio Madera, SDS partiendo de las categorías de la intimidad y el descampado, nos lanzó el reto de descubrir, desde lo profundo de la persona que se consagra, esas convicciones de pasión por Jesucristo, por la humanidad y por la creación, que hacen que la existencia de la vida religiosa sea signo del Reino y de la vida deseada y anhelada por muchos. |
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Algunas conclusiones de este Congreso son la invitación a seguir respondiendo a los desafíos y retos que se van generando en nuestros ambientes personales, comunitarios y sociales, desde los cuales se va construyendo el Reino de justicia, paz y gozo. El entrar a comprender y asumir cada uno de estos desafíos hará de nuestra vida religiosa un medio cada vez más idóneo en la transformación y cambio de nuestro planeta y de nuestras sociedades, en atención a quienes aún creen, y en la búsqueda y apertura a quienes están al margen, en las zonas periféricas y de frontera.
Sea ésta una oportunidad para continuar creciendo en la convicción de ser discípulas misioneras animadas por el Espíritu del Resucitado, fuente de vida en medio de la humanidad golpeada por estructuras deshumanizantes y de una cultura de la muerte. Desde la vivencia radical de esta convicción nuestra vida religiosa transfigurada será don del Espíritu al servicio de procesos humanizantes, gestores de una nueva vida, de una nueva sociedad, de un mundo nuevo, del Reinado de Dios que tanto anhelamos.
Hna. Ana Verónica Acero Sotelo y Hna. María Elena Varela Ojeda, sjbp |