Delegación Colombia-Venezuela-México

 

Deseando compartir con ustedes la experiencia enriquecedora que he vivido en el curso de Pastoral Catequética que he realizado los días 06 al 30 de julio de 2010, en el ITEPAL (Instituto Teológico Pastoral para América Latina) en la Ciudad de Bogotá, D.C., Colombia. Asistimos a este curso 33 personas, sacerdotes, religiosas, religiosos y laicas de diferentes naciones de Latinoamérica.

El objetivo de este curso fue profundizar los elementos básicos de la catequética fundamental y aplicada que permitan impulsar procesos catequísticos en las comunidades eclesiales en orden a la formación de discípulos y misioneros. La catequesis es el momento privilegiado del proceso evangelizador al servicio de la Iniciación Cristiana Integral.

En esta época es de suma importancia para la Iglesia formar discípulos misioneros de Jesucristo, acompañándolos en la iniciación cristina, para que habiéndose encontrado con Cristo, lo sigan paso a paso por los caminos del Evangelio, lo proyecten en su vida y sean sus discípulos y también sus misioneros. El discípulo es llamado para convivir con Cristo, aprender de Él y ser enviado a continuar su misión salvadora (cf. Mc 3,14-15).

 

 

La parroquia es el ámbito privilegiado donde se nace y se crece en la fe mediante el Ministerio de la Palabra, donde los creyentes celebramos nuestra fe en los sacramentos, y donde vivimos el amor cristiano al servicio de los más necesitados de la comunidad. Es también el espacio donde la comunidad cristiana se forma y se manifiesta como Pueblo de Dios. Una parroquia que asume los procesos de la Iniciación Cristiana renueva su vida comunitaria y despierta su carácter misionero.

Los desafíos y retos que la nueva evangelización y la gran misión Latinoamericana plantean hoy a las Iglesias locales, requiere de agentes pastorales especializados para la evangelización, la catequesis y la misión. Es necesario formar y preparar catequistas que respondan a las exigencias de hoy, que sean capaces de renovar a la comunidad parroquial y vitalizar la fe de sus miembros. Por eso es necesario que los catequistas estén debidamente formados en su SER humano y cristiano, en su SABER: conocedores del contenido bíblico-teológico de la catequesis y de sus ciencias humanas auxiliares, en su SABER HACER pedagógico, didáctico y metodológico. Además de una adecuada formación espiritual y apostólica necesarias para desarrollar tareas de iniciación cristiana, de catequesis, de promoción de la vida litúrgica sacramental y de estructurar la comunidad eclesial de la parroquia.

En la formación de catequistas y misioneros es importante la presencia de la Hermana Pastorcita y del Párroco para construir comunidades de fe, esperanza y amor. Contamos con la asistencia del Espíritu Santo para dar respuesta a los desafíos de nuestra época en la formación de discípulos y misioneros, donde el catequista también es protagonista por su testimonio de vida y desempeño apostólico en la comunidad.
 

Agradezco a Dios y a nuestra Congregación, especialmente a la Delegación CoVeMe por la oportunidad de asistir a este curso sumamente enriquecedor.
 

Hna. María Elena Varela Ojeda sjbp