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Comunidad de Medellín: nuestro trabajo en la Pastoral Vocacional

 

El Equipo parroquial de Pastoral Vocacional, de la Parroquia Niño Jesús de Praga, en Medellín, cumplió tres años, al cabo de los cuales hacemos una evaluación. Durante este tiempo nos hemos reunido mensualmente con la finalidad de involucrar a los laicos en la pastoral vocacional y de prepararlos para dicha misión. El equipo ha ido haciendo camino en formación humana cristiana y apostólica, realizando un cronograma anual, que se lleva a cabo, con las diversas actividades que se programan.

 

 

Qué beneficios ha arrojado esta experiencia? El ser un fermento en la masa. Poco a poco el equipo con su presencia sencilla, constante y perseverante ha logrado ir sembrando en los miembros de la comunidad parroquial la necesidad de una oración permanente por las vocaciones. Al comienzo el equipo preparaba y realizaba la hora santa en la parroquia, después se le ha ido enseñando a los miembros de los grupos apostólicos cómo realizarla y se ha dado la responsabilidad de animarla por turnos. Ha sido una labor de paciencia pero poco a poco hay mayor conciencia de la necesidad de “orar al dueño de la mies para que envíe buenos obreros a su mies”.

 

Cada año se comparte con los grupos apostólicos el mensaje que el Papa envía con motivo de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Es un momento privilegiado para concientizar de la necesidad de trabajar por todas las vocaciones: vocación a la vida en el proyecto del amor de Dios, el seguimiento de Cristo en la vida cristiana y los diversos estados de vida, sabiendo que todos estamos llamados a la santidad. Se participa también de la semana vocacional organizada por la Arquidiócesis, donde se hacen diversas actividades con los jóvenes dándoles el Kerigma vocacional.

 

 

El equipo prepara a sus miembros con cursos de formación sobre el tema específico de la vocación; es así como del 17 al 20 de mayo de 2011 se participó de una semana intensiva de formación, animada por el Padre Carlos Martos, Claretiano, sobre cómo hacer pastoral vocacional desde las comunidades locales. Algunos puntos salientes del tema, que pueden interesar a todos, son:

 

“Urge renovar nuestra comprensión de la pastoral vocacional y reactivar nuestro compromiso desde unas nuevas actitudes que nos hagan pasar:

De una pastoral vocacional de emergencia a una pastoral que sea expresión normal y continuada de la maternidad de la Iglesia, que siempre engendra vida con la fuerza del Espíritu, Señor y Dador de vida.

De una preocupación obsesiva por rellenar nuestros huecos a una preocupación sincera por todas las vocaciones. O crecemos juntos en una Iglesia comunión o no crece ninguno.

De un concepto estático (la vocación como “estado de vida decidido de una vez para siempre”) a una dimensión dinámica (un diálogo permanente entre Dios que sigue llamando y la persona que va respondiendo).

De un trabajo reducido a los cercanos (algunos de los que están en nuestros grupos) a una propuesta vocacional globalizante, dirigida a todos, porque el Señor llama a todos y lo puede hacer cuando, donde y a quien menos imaginamos.

De una pastoral vocacional aislada, en paralelo y a veces enfrentada a la pastoral general, a una pastoral vocacional inserta en la pastoral general como una dimensión transversal a la misma.

De una actitud de miedo y timidez a otra de alegría y de convicción en que la fuerza de Dios nunca abandona a su comunidad y puede hacer de un minúsculo grano de mostaza un árbol en el que anidan las aves.

Del mero reclutamiento acotado en la propia Institución a una pastoral de acompañamiento cercano y profundamente respetuoso a los otros, para el servicio al Reino.

Desde una pastoral vocacional llevada sólo por algunos a aquella asumida como tarea de todos, aun cuando solamente unos cuantos estén dedicados de modo especifico a suscitar y acompañar de cerca a los llamados.

Del cansancio, pesimismo y la resignación como tónica habitual a un testimonio sencillo, esperanzado y creativo.

De una pastoral vocacional que idealiza las obras, instituciones y las personas a otra que ofrece con realismo la experiencia del “venid y veréis”.”

 

Nos invitó a abrirnos a un nuevo horizonte para comprometernos con una pastoral vacacional que responda a la realidad del mundo de hoy, y que este íntimamente unida a la pastoral de conjunto en la parroquia, en comunión con toda la Arquidiócesis.

 

Como equipo también nos hemos vinculado a la Zona Centro Oriente, para apoyar la animación de una semana vocacional en un colegio de nuestro sector. Nos unimos de diversas comunidades y también los laicos para este anuncio del Kerigma vocacional. Nos impactó la disponibilidad de los jóvenes, su alegría, la sed que tienen de Dios, de encontrarle un verdadero sentido a sus vidas, de querer proyectarse hacia el futuro; compartieron con espontaneidad sus dudas, sus incertidumbres, sus esperanzas. Cada tema reflexionado a la luz de la Palabra de Dios iluminó sus vidas.

 

 

 

 

 

El 29 de mayo de 2011 realizamos con los jóvenes de confirmación de la parroquia Niño Jesús de Praga una jornada vocacional, donde se les presentó las diversas vocaciones; participaron miembros de la Familia Paulina.

 

 

 

Agradecemos a Dios por lo que hemos podido realizar, por la pequeña semilla de mostaza que hemos ido sembrando, porque estamos seguros que irá germinado de manera humilde y sencilla, para luego hacerse un gran árbol.

 

Hna. Cleofilde Hernández Q.