Hna. María Victoria Moreno Toro

"Durmiendo yo, mi corazón velaba

y en esto escucho la voz de mi amado que llama

'ábreme, amada mía, paloma mía, hermosa mía'."

(Ct 5,2)

 

Con estas palabras del Cantar de los Cantares experimenté el llamado de Dios a dejarlo entrar en mi vida para amarlo y dejarme amar. Por eso quise que me acompañaran el día de mi Profesión Religiosa, ya que en este día yo me entregaba totalmente a Él, mi Amado que me pidió que le abriera la puerta.
 

Quisiera Compartir con cada una de ustedes la alegría de mi consagración religiosa vivida el 02 de Febrero de 2007 en la ciudad de Bogotá. Este día fue hermoso, donde sentí que quien me esperaba en el altar era Jesús Buen Pastor, que me esperaba como aquella novia que se adorna para su esposo.

 

Me acompañaron mis familiares, de manera particular mi mamá y mis hermanos, las hermanas de mi Congregación y Delegación, a quienes les agradezco la acogida el amor, la fraternidad y la formación humana, espiritual y religiosa que me han brindado en estos años de preparación como también a la Delegación Chile-Perú, por haberme brindado la posibilidad de compartir mi camino de Noviciado con Hna. Milagro Rojas S., y por estar pendiente de nuestro camino formativo con sus oraciones y permanente comunicación.

 

Me confío a la protección de María Madre del Buen Pastor para que guíe mis pasos en este camino que con gozo he iniciado. Oro por todas para que juntas podamos vivir nuestra cura pastoral a ejemplo de Jesús Buen Pastor. ¡Gracias!

Hna. María Victoria Moreno Toro

 

Sobre el Altar y con la mano sobre la Biblia, María Victoria pronuncia la fórmula de consagración.

 

La Hna. Ana Acero, Superiora Delegada, acoge a María Victoria
como Hermana de votos temporales.

La Hna. María Victoria firma el documento

que testimonia su consagración a Dios.

 

Hna. María Victoria junto a algunas Hermanas de la Delegación...

y con algunos familiares: mamá, hermanos.

 

Hna. María Victoria y Hna. Milagro Rojas, del Perú, compañeras de Noviciado.