Delegación Colombia-Venezuela-México

 

EL SEÑOR NOS HA LLAMADO...

Pastoral Vocacional

 

 

 

“El que cree en el Hijo tiene vida eterna...
da testimonio de lo que ha visto y oído.”

Jn 3,31-36

 

 

 

Agradecemos a Jesús Buen Pastor, que con la fuerza de su Resurrección nos impulsa  a ser sus testigos, dándonos  a abundancia de su Divino Espíritu.

 

Vamos compartir con todos ustedes el trabajo vocacional que estamos llevando adelante en Colombia, con la gracia del Señor.

 

Desde el año pasado se han realizado varios encuentros, hemos formado tres círculos vocacionales: en Bogotá, donde nos reunimos con las jóvenes el primer Domingo de cada mes a las 2:00 p.m.; en Puente Piedra, vereda del Municipio de Madrid (Cundinamarca) el primer sábado de cada mes, a las 3:00 p.m. (en la mañana visitamos las familias); en Medellín se reúnen el primer Domingo de cada mes, a las 3:00 p.m.

Deseamos formar en las otras comunidades los círculos vocacionales que son diferentes a los grupos vocacionales.

 

Se busca responsabilizar a los laicos, como bautizados, en la pastoral vocacional; en Bogotá estamos teniendo esa experiencia con ellos. El círculo se formó hace más o menos un año, las  personas comprometidas reciben formación y profundizan en su propia vocación, la vida, ser cristianos, y en el matrimonio. A finales del año pasado, con su aporte y apoyo,  se logró formar el círculo vocacional, el equipo es el responsable de llevar adelante las reuniones semanales, siempre con el apoyo y la asesoría nuestra,  se les dan los temas y ellos  los transmiten después de orar, al círculo vocacional.

 

Con los  chicos  y chicas adolescentes que participan  se realizó una convivencia en diciembre 2007  y jornadas juveniles. Agradecemos a Dios, por este aporte y ayuda en nuestra Pastoral vocacional, ya  que allí  se cultivan  las futuras  vocaciones.

 

El Lunes y Martes  Santo, 02 y 03 de Abril de 2007, se realizó una jornada de reflexión y oración con las jóvenes que van más adelantadas en sus estudios; participaron  seis chicas, los temas reflexionados les ayudaran  a vivir con mayor intensidad  la Semana Santa, y con la gracia del Señor el objetivo se logró, pues están muy animadas a continuar con el proceso de búsqueda vocacional, fruto de la experiencia vivida y del anhelo de cultivar su fe y el encuentro con Jesús Resucitado.

 

 

Como fruto de esta jornada de espiritualidad han elaborado su propio Magnificat, como acción de gracias por lo vivido  y por lo que el Buen Pastor puso en sus corazones:

 

Viviana: Proclama  mi alma  ...ayúdame a ser Magnificat, ayúdame a ser un solo ser con los demás ...gracias por ser tu criada, tu servidora, tu esclava... sabes que soy tuya, que puedes en mí dar tu Palabra de vida Eterna, para santificarme, como lo has hecho con la Virgen Maria, para que me hagas más santa y pura...

 

Judy: Me entrego a Ti como tu servidora, he aquí a tu sierva, he aquí a tu esclava...

 

Madeleine: Alabo al Señor en todo  momento y en toda ocasión, porque ha estado en mi corazón  y se ha refugiado en mi alma y mi ser. Me bendice día a día y está pendiente de mí, porque nos da la vida para amar y reconocer nuestra pequeñez...

 

Luisa: Señor, eres grande y poderoso, lleno de amor y de misericordia, que limpias nuestros corazones y me llamas cada día con dulzura para ser discípula tuya, y nos invitas a seguir a tu casa... Y me escogió entre muchos para cumplir una gran misión. Santo... Santo... Santo sea tu Nombre.

 

Maria Isabel: Feliz me siento de haber estado con Jesús, porque me demuestra que me ama y  hace lo imposible por mí. Háblame, quiero mis pensamientos, alabanzas, cuerpo, mente consagrar...

 

Emilce: Señor, Tú me has dado la vida por amor para seguir tu ejemplo, te he recibido a través de tu  Cuerpo y tu Espíritu,  y  cumpliré  tu santa voluntad. He aquí a tu esclava, he aquí a tu hija de amor, quien adora tu santo nombre y creerá en tu Palabra, su misericordia descenderá por siempre en nuestras vidas. Amen.

 

El Buen Pastor sigue llamando, invitándonos a buscar el Reino de los cielos; necesita muchos obreros y nosotras necesitamos muchas hermanas pastorcitas para dar respuesta a tantas Diócesis que desearían tener nuestra presencia pastoral.

 

Como hermanas consagradas, ¿cuál es nuestro aporte? ¿a cuántas jóvenes hemos lanzado la propuesta de ser Pastorcita? Es necesario que oremos... es verdad pero no basta sólo eso, es necesario que acojamos las palabras de Juan Pablo II: "vocaciones sí hay, es necesario buscarlas". No tengamos miedo de proponer a las jóvenes la opción vocacional, y para esto es vital el acompañamiento en los grupos juveniles. 

 

Hnas. Carmen Cecilia Rozo L. y Cleofilde Hernández