En
el breve período en que ejerció el ministerio pastoral
parroquial, intuyó el valor y la complementariedad del
ministerio pastoral de la mujer “asociada al celo
sacerdotal”, según la Palabra del Génesis y la
experiencia de la primera comunidad cristiana. En los
primeros años de su sacerdocio vio la necesidad de una
Congregación de Hermanas dedicadas exclusivamente a la
misión pastoral, junto a los Pastores, para la vida del
rebaño. Hermanas que hicieran de la edificación de la
comunidad cristiana la obra de la propia misión.
La intuición inicial tomó consistencia hacia
1936, y el 7 de octubre de 1938 se abrió la primera casa de
la Congregación en Genzano, Roma. La aprobación de derecho
diocesano nos fue concedida el 23 de junio de 1953; pocos
años después, el 29 de junio de 1959, el Papa Juan XXIII
concedió la aprobación pontificia. |