Noviciado Latinoamericano de habla Hispana

 

 

Nosotras las novicias Liliana Ramírez (argentina), Natali Bardales (peruana), Alejandra Bustamante (mexicana) y Johanny León (peruana), al ir concluyendo el primer año de noviciado canónico, agradecidas al Señor que nos ha acompañado como Pastor Bueno queremos compartir nuestras experiencias vividas durante este tiempo.

 

Desde la izquierda: Alejandra, Natali, Johanny, Liliana

 

Nuestra vida fraterna la hemos vivido en el conocimiento de cada una, acogiendo las diversas culturas y costumbres de nuestros países. Agradecemos a Hna. Edit (argentina) en su servicio de superiora de la comunidad, por la atención a cada una; expresamos nuestro agradecimiento a Hna. Analiesis (juniora venezolana) que ha compartido con nosotras su juventud y alegría, y a nuestra maestra, Hna. Rosita (colombiana), que nos ha acompañado en nuestro proceso de corresponder a nuestra vocación de Pastorcitas. Que el Señor recompense su disponibilidad y entrega en esta misión que Él les ha encomendado.

 

 

 

En Marzo acogimos a las novicias María Aideé (boliviana) y María Alejandra (venezolana), que regresaron de su experiencia apostólica para su preparación inmediata a la Primera Profesión. En el mes de Septiembre llegaron las pre-novicias Marcela (colombiana) y Mariel (venezolana) para prepararse a iniciar el noviciado.

 

 

Hemos tenido la oportunidad de visitar algunos lugares representativos de Colombia: la Catedral de sal (en Zipaquirá), el Santuario de Monserrate y el Parque Jaime Duque.

 

 

 

Nuestro estudio lo hemos realizado en el Centro de Estudios Religiosos de Colombia. En el primer semestre realizamos los cursos de Introducción al Nuevo Testamento y Discernimiento, en el segundo semestre Bases humanas para la vida comunitaria y Cristología. Ha sido una experiencia muy enriquecedora a nivel personal que ha contribuido a nuestro crecimiento humano, espiritual e intelectual, y a nivel de relaciones con otros jóvenes colombianos y de otros países, que han optado también por el seguimiento a Jesucristo en la vida religiosa según los diversos carismas. Concluyendo nuestros estudios en el CER realizamos un paseo a Chinauta. En la comunidad de noviciado hemos tenido diversos cursos: San Pablo, La Regla de Vida, Documentos de la Iglesia, Reflexiones del Padre Alberione, Mujeres en la Biblia, etc.

 

 

 

En nuestra pastoral hemos colaborado en dos parroquias: Santa María Goretti y Nuestra Señora de Guadalupe. En la celebración de la Semana Santa acompañamos a las comunidades parroquiales en las distintas celebraciones litúrgicas, en especial la Pascua infantil. Durante el transcurso del año realizamos la visita semanal al hogar geriátrico “Dulce Atardecer” y a la clínica Materno Infantil, acompañando al grupo Infancia Misionera, en la catequesis a la Primera Comunión, participando en el grupo Comunidades Eclesiales por el Reino en el cual realizábamos la Lectio Divina. Una fecha particular fue en vísperas de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción: realizamos un encuentro entre parroquias para celebrar “la noche de las velitas”, descubriendo el significado de la Virgen María como aquella que nos dio la Luz que es Jesucristo. La celebración de la Navidad la vivimos preparándonos con las novenas navideñas; nos han hecho sentir la fe y la alegría del pueblo colombiano que durante estos días se reúne a rezar en familia, entre amigos, en las empresas de trabajo y en las parroquias.

 

 

 

 

Nuestra vida espiritual la hemos vivido ayudadas con los retiros mensuales, con el acompañamiento del director espiritual, en las celebraciones eucarísticas celebradas por diversos sacerdotes que con su experiencia de Dios nos motivaron a unirnos más a Jesús Buen Pastor. Al concluir este año realizamos los Ejercicios Espirituales sobre la primera parte del Donec Formetur dirigidos por Hna. Bernarda Cadavid (FSP), junto a las novicias paulinas. Fue un tiempo especial de gracia, de conocimiento personal, de escucha de la Palabra de Dios; reflexionando acerca de ¿Quién es Dios? ¿Quién soy yo?, haciéndonos conscientes de la importancia de la integración de nuestro ser para responder con sinceridad y fidelidad a nuestra vocación de Pastorcitas.

 

 

 

Con alegría nos encomendamos a sus oraciones en la experiencia apostólica que nos disponemos a vivir en el segundo año de noviciado, y seguimos unidas en Jesús Buen Pastor.

 

Liliana, Natali, Alejandra y Johanny

Noviciado Latinoamericano de habla Hispana

María Madre del Buen Pastor

Enero de 2012